27/7/13

El Crucero de Barbie

Jugar a modelo y estrella del pop, y diseñar pasteles y vestidos forman parte de la nueva oferta de una gran naviera estadounidense que también se ha propuesto conquistar a Europa: el crucero Barbie se dirige sobre todo a las niñas y sus padres.

No todo el barco está pintado de rosa: sólo algunos de los más de 2.700 camarotes del "Allure of the Sea" llevan un letrero que dice "Huésped especial de Barbie". En esos camarotes, los viajeros encuentran algunas amenidades de color rosa como una colcha y una funda de almohada, un bolso multicolor y, por supuesto, una muñeca Barbie.

El crucero dura una semana. Desde la Florida, los gigantescos barcos cruzan el Caribe con escalas en puertos de Jamaica, las Bahamas y Haití, entre otros. El viaje no permite ver mucho de los diferentes países y su gente, porque en todos los destinos en tierra predominan los programas turísticos.

Muchas veces, en el barco uno apenas se da cuenta de que está compartiendo el espacio de acero de unos pocos cientos de metros con otros 6.000 pasajeros. El barco está diseñado de tal manera que ni siquiera puede surgir una sensación de estrechez o amontonamiento. Pero durante los paseos en tierra es inevitable que se formen largas filas de turistas. 


Para los cruceros Barbie vale el mismo principio que para todos los cruceros: el objetivo es el viaje en barco. El "Allure" ofrece una amplia variedad de opciones de ocio, desde escalar una pared rocosa de plástico hasta el surf a una altura de 16 cubiertas sobre el océano. A quien le resulte demasiado cansador todo esto se ofrecen alternativas más relajantes como patinar sobre hielo o ver una obra de teatro.