Que los cruceros se han convertido en una propuesta válida y accesible para el turista argentino y que cada temporada lo demuestra con más y mejores barcos y ofertas ya es una realidad.
Las compañías compiten entre sí para ofrecerles a los viajeros razones para navegar una y otra vez, con los beneficios que ello implica.
Más y mejores barcos; mayores comodidades y confort; nuevas opciones de entretenimiento; gastronomía renovada; spa y gimnasios modernísimos, y el plus de brindar espacios de privacidad, aún en barcos enormes, son algunas de las propuestas que buscan motivar a los viajeros a repetir la experiencia.
A la hora de viajar, debe haber pocas cosas más odiosas que armar y desarmar valijas. Si uno pretende visitar más de un par de ciudades, a esa molestia debe sumarse la de cambiar de hoteles, habitaciones y camas.
Todo eso en el crucero está resuelto. Los camarotes tienen la medida justa para estar confortables a la hora del sueño, porque en realidad poco tiempo más es el que se pasa dentro de ellos.
La mayoría de los días se desembarca para conocer los puertos en que se hace escala y los días de navegación se recorre el barco y se disfrutan las actividades a bordo.
La conectividad Wi-Fi es excelente en cualquier lugar de la mayoría de los cruceros actuales, aún cuando se encuentra navegando en alta mar. Y lo mismo ocurre con las comunicaciones con teléfonos celulares. Para muchos, esa posibilidad de estar conectados, es la que les permite viajar.
Consejos.
Al comprar el paquete, elija el camarote que más se adapte a sus necesidades: los del centro del barco son los que menos se mueven. Si no quiere ruidos, elija un camarote lejos de las zonas comunes de discoteca y ascensores.
No se pueden subir a bordo ni bebidas ni comidas. Si son bebidas, puede reclamarlas al desembarcar.
La indumentaria es relajada. Lleve un traje o saco para las noches de gala y ropa sport elegante para las cenas; el resto del tiempo, bermudas y remeras durante el día.
No necesita llevar dinero encima. Al abordar recibe una tarjeta en la que se registran los consumos que realice. Un día antes del desembarco se hace la liquidación. Si presentó una tarjeta de crédito al abordar, el débito es automático, sin colas ni esperas.
No olvide llevar un adaptador de enchufe. La corriente es 220 v, pero los tomacorrientes son de dos patas.
Sólo se puede fumar en zonas reservadas.